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Ruta "Los Molinos", Montánchez

Enero 2016

 

      Una de las rutas más bonitas de las realizadas hasta ahora por nuestro Club. Salimos a las 7:00 de la mañana desde Valdebótoa, recogiendo a nuestros compañeros de Villar del Rey.

           Desayunamos en el Cruce de las Herrerías, donde la chica nos dice que está sola, y ya pensamos que empezamos con mal pie, ya que tampoco teníamos la cosa muy clara en cuanto a la ruta, pues la información que encontramos en internet es que estaba muy mal señalizada y que era fácil perderse. Un mal funcionamiento del gps y estaríamos perdidos. Pero al final no fue así o casi no fué así. La ruta estaba perfectamente señalizada.

       Sobre las 9:20 y desde la Plaza de España de Montánchez, comenzamos nuestra ruta bajando por la calle Virgen de Los Remedios, saliendo del pueblo a través de un camino empedrado. Pronto nos damos cuenta de las señalizaciones blanca y amarilla, por lo que en principio es un alivio, ya que el grupo suele estirarse bastante.

     Mucha vegetación, callejones de piedra, mucho olivo, huertas y hasta algunas casas de recreo. No dejamos de bajar y ello nos hace pensar que todo aquello que bajamos hay que volver a subirlo. Pero el  ánimo es fenomenal. El camino se convierte a veces en senda por la que solo puede pasar una persona. Seguimos comprobando las señales. De momento todo va bien.

        Pero suena el teléfono de Agustín y, sorpresa,  hay un grupo de unas 20 personas que se ha perdido.  ¡¡¡Me cachis, no es posible, pero si está todo señalizado!!!.  Mira por donde, que mala suerte que hay un corte en el grupo, y se quedan para atrás esas 20 personas y, que mala suerte, en el  momento de pasar por la bifurcación donde se pierden, un coche para y tapa la señal.  Increible, inverosímil.

       Mientras,  el primer grupo sigue bajando hasta llegar al pueblo, pero antes, un compañero tiene que ir a la búsqueda de aquel grupo y reconducirlo.  Ya en Arroyomolinos, todos juntos, se pone en conocimiento de los interesados que la subida va a ser algo dura. Por si alguien quiere considerar volver en taxi a Montánchez.  Al final, un grupito de compañeros toma esta opción.

       Comenzamos a subir, saliendo del pueblo, donde vemos el panel informativo de la ruta, lugar de inicio.  Pasamos un área de recreo y enseguida nos encontramos con el primer molino. En este lugar, algunos se vuelven para atrás. 

        Unos metros más adelante encontramos el segundo y ya es un no parar de ver molinos por toda la Garganta de los Molinos.  Algunos datan de épocas romana y griega, aunque la mayoría del siglo XIX.  Algunos han sido rehabilitados, y se puede hacer noche en ellos.  La subida cada vez se torna más dura. 

       A los tres kilómetros de subida realizamos nuestro merecido avituallamiento, como no, al pie de un molino.

      Repuestas las fuerzas, continuamos subiendo hasta llegar a un paraje idílico. Un gran molino, y una pequeña cascada que hace el río en aquel lugar, formando después un remanso que junto a la espesa vegetación y la forma en que inciden los rayos del sol en el lugar, hacen que se tomen unas estupendas fotos. En sentido inverso a la ruta, han bajado hasta allí Pablo, Mariló y Mª Enri, para salir a nuestro encuentro.

      Ya desde allí, sólo 2,5 kms. a Montánchez y casi dos de contínua subida. La verdad es que la subida es durilla, pero se hace amena por entretenida. Los últimos 500 metros son de llano y suave bajada hasta Montánchez.

       Ya allí, nuestra primera cerveza es, por supuesto, en el famoso Pitogordo, para después, tomar el grupo la plaza del pueblo y dar buena cuenta de  los bocatas.

     Vamos a  disfrutar posteriormente del castillo, las vistas espectaculares desde esa altura, el singular cementerio, premiado el pasado año por una revista como el más bonito de España, la iglesia con su particular campanario en torre separada, etc.

      A las 18:00 h. regreso a Valdebótoa y gran ambiente en el autobús, como viene siendo habitual, para cerrar una estupenda jornada de disfrute de la naturaleza y convivencia.

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