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Ruta "Sierra de Alor"

Mayo, 2015

      Una de las rutas más bonitas, interesantes y espectaculares que ha realizado el Club desde su creación. Con una previsión de temperaturas altas, partimos en vehículos particulares desde Valdebótoa.  Al no cubrirse el mínimo de 45 inscripciones, prescindimos del autobús y decidimos llevar nuestros coches.  Después de esto, muchos se borraron y solo fuimos 9 personas.

      La ruta partió desde el Cementerio de San Jorge de Alor.  Entre olivares, alcornoques y encinas, pronto comenzaba a ascender el camino.  Con aromas de orégano, tomillo y romero, una planta con florecillas amarillas (Hipérico o Hipericón, también llamada Hierba de San Juan y desconocida para nosotros), era recogida por un lugareño, quién nos informó de las importantes propiedades terapéuticas de la misma para la piel, mediante de un preparado con aceite.  Hubo quien hizo acopio de ella.

      Más adelante el camino se inclinaba aún más.  A ambos lados nos encontramos con numerosas majadas, y rebaños de ovejas.  Pronto llegamos a una bifurcación con paneles informativos de la flora y la fauna de la zona.  Seguimos ascendiendo el camino y la vegetación comenzó a ser más densa, a la vez que comenzamos a ver flores desconocidas.  La temperatura era agradable.  A los 4 kms. pasamos junto al chozo del “Tio Pelinhas” y comenzamos a ver las primeras peonías o también llamadas “Rosas de Alejandría”. Aún siendo ya fecha tardía,  pudimos ver bastantes y contemplar la belleza de esta flor, autóctona de la zona y principal atractivo de la misma. 

    Más adelante pasamos junto a un merendero donde se encuentran unos chozos y otros paneles informativos y a pocos metros llegamos a un mirador disfrutando de  unas vistas espectaculares de los Llanos de Olivenza, y Portugal.  Seguimos ascendiendo hasta el punto más alto de nuestra ruta y llegamos a una Torre Mirador desde donde podíamos ver gran cantidad de pueblos, pues la vista es de 360 º.  Dicen que en días claros se pueden divisar más de 60 pueblos.  En el horizonte ese día había algo de calima, no obstante localizamos bastantes.  Junto a la Torre Mirador,  un punto geodésico.

      Volviendo sobre nuestros pasos, comenzamos a descender hacia el merendero para hacer nuestro avituallamiento.  Nos desvíamos un poco de nuestra ruta y nos encontramos aún más vegetación y abundantes “Rosas de Alejandría”.  Después de nuestro merecido descanso, seguimos nuestra ruta descendiendo por la ladera norte de la Sierra.  Pasamos por un antiguo horno de cal y poco a poco fue disminuyendo la vegetación.  A los 7 kms. nos desviamos a la derecha para comenzar una fuerte subida que nos hizo resoplar a todos, con una distancia de unos 400 mts. para llegar hasta el Refugio de Diego Corrientes, bandolero sevillano que lo utilizó hasta su huida a Portugal. Pequeña construcción con una gran chimenea.

     Después seguimos descendiendo, a la vez que la temperatura aumentaba. Numerosos olivos a ambos lados hasta que llegamos a algunas parcelas habitadas que nos llevaron hasta la carretera.  Esto último, lo peor de la ruta.  Más de 2 largos y pesados kilómetros hasta llegar al Cementerio para finalizar la ruta y recoger los vehículos.  Nos acercamos a San Jorge de Alor, poblado dependiente de Olivenza donde pudimos contemplar las numerosas chimeneas típicas portuguesas en sus viviendas, a la vez que tomamos nuestra merecida cerveza.  Vuelta a Valdebótoa para disfrutar una exquisita paella y continuar con la genial compañía.  Sin duda ruta para repetir. Que bien lo pasamos.

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